04 diciembre, 2014

MELANCOMARIA

Me preparé psicologicamente para ver a muchas, a casi todas. 
Pero ¿y Mary?
No es como que pensé en ella, ni tampoco sabía que me impactaría tanto verla.
Esa si fue la sorpresa y revelación emocional del día.

Más alla de limpiar y cocinar, era la que ocupaba el lugar de mamá sin ser mamá. De ser amiga, sin ser amiga. De ser hermana sin ser hermana. Una mezcla de todo y de nada.
"Mary, me fue con madre en mi examen!"
"Mary, tengo cólicos"
"Mary, ya no ando con el pendejo"
"Mary, si hablan no estoy"
"Mary, que guapo esta el vecino"
Va mucho mas allá de "tengo hambre" o "apaga la luz".
A ella le tocó estar conmigo cuando pasó  TodoLoFeo, cuando paso TodoLoBueno y cuando paso TODOLOMALO.

Ella lo vió todo de cerquita, de muy de cerca.
Estuvo todo el tiempo ahí, sin ser parte y sin poder hacer nada.
Pudo ver como poco a poco fue transformandose todo, en silencio, un testigo de lejos.
Yo se que podía ver el futuro, porque me dijo un día.
La Mary, tan cerca y tan lejos. Tan aqui, y tan allá. Tan todo y tan nada. Tanto y tan poquito.

Despues de 5 años de no verla, de no saber de ella, de no tener contacto y de no haberla recordado, el reecuentro resultó de lo mas intenso. Como todo lo imprevisto, no salio bien. No me sentí bien.
Verla para recordar, y regresar a vivir, y volver a repetir lo pasado. Desenterrar lo enterrado. Me dieron unas ganas tremendas de llorar, explotar, consolarla y que me consolara, explicarle y platicarle y decirle que ya pasó, que ya estoy bien y que estoy tratando. Darle las gracias, darle muchas muchas gracias. Pero no paso nada de eso.
Nos saludamos, nos abrazamos, sonreímos y con la mirada  de complicidad nos dijimos tantas cosas. Ah que María, yo no quería. Tu ya no eres nada más María, ya eres la Melancomaría.





No hay comentarios:

Publicar un comentario