Furia de Clyo Mendoza
Furia es una bomba, una mina antipersonal, un fuego inapagable.
A Furia le perseguí y busqué. Me lo traje de Oaxaca junto con los chapulines y mole. Y mira como son las cosas que la autora es oaxaqueña, y genuinamente lo supe hasta después. Todo hizo sentido con ese tipo de coincidencia que pocos libres que son muy especiales te dan: el misticismo y sincronía . Y me refiero a que leía que un personaje se trenzaba su largo pelo negro y en ese segundo yo estaba (después de dos meses) en proceso del trenzando el mío con una casualidad de susto. O la sangre de los dedos. O así más ¿sabes como? Esos chispazos de simultaneidad que no se pueden explicar pero cuando te sucede con un libro te hace conectarte, imprimirte.
Y la furia. Esa furia que me trasmitió fue lo más shockeante. Porque la sentí y no sabia de donde venía ¿de Clyo, del libro, de Juan o Lazaro? Seguro que de Vicente Barrera. O no. Pero indiscutiblemente no era mía y me la trasmitió.
Fui sintiendo por días la furia al caminar, la rabia al andar. Hervía la sangre como quien pone un huevo en la olla con agua al fuego para endurecerlo.
Es el libro que te voy a recomendar cuando me preguntes qué puedes leer. Para empezar se va formando de microcuentos fantásticos que quiero entender son realismo mágico pero no me crean. Lo que si es que todos forman una magnifica novela. Una historia como greñas que vas trenzando de tres mechones de pelo y al final tienes un entretejido de historias que vienen y van a donde mismo.
Tiene mucha sabiduría en sus palabras, tiene mucha frase épica y tiene mucha historia memorable (la muchacha que muerde a las mujeres, la muchacha desnuda sobre una mula, la muchacha rica con un falo, el bucle de pánico, el pequeño hombre negro, el hombre que se hace perro, el Santiago que se hace Maria, el desierto desierto desierto y el desierto que fue mar y los peces sin ojos, los bucles y espirales, la perla en rosa negra, la lechuza y el niño que sería mago o brujo, los naranjos, las rosas azules).
Las furias de Furia: abandonar, violar, traicionar, golpear, mentir, huir, vengar, embrujar, atacar, morder, encelar. La furia del amor.
Quotes:
“No hay nada como ese momento previo al acto ni siquiera el acto mismo lo supera, nada como el pulso ardiente de esos minutos en los que nadie se decide a tomar la iniciativa”
“El futuro me da curiosidad y esa curiosidad es mi verdadero instinto de supervivencia”
“¿Cual es tu mayor miedo, capitán? Y el soldado respondía: que el amor no sea suficiente”
“Que la mano toque en la oscuridad un orificio, que lo toques hasta que lo humedezcas y que hay se vaya abriendo una espiral, una espiral hacia la que ese atraído, como si fuese un remolino maro si, caes ahí como viajando en ti mismo, en su sangre caliente, tu sangre a tope, toda la sangre de ese especifico pedazo tuyo hundiéndoselas en el bucle de alguien que te abre las piernas, y sientes como si desde siempre hubieses sido un pequeño bote con un navegante dormido y ya no se pudiera hacer mas que abandonarse”
“Recuerdo que al fondo de nuestro pequeño jardín, estaban por entonces los nuevos naranjos, Me parecían inmensos, pero estaba recién plantados. Yo aprendi a caminar sosteniéndome de sus troncos crecientes. Me sujetaba primero de la tierra, que siempre estaba húmeda y con esa textura fresca y pesada para las manos de un bebe, me iba levantando”
“La erre en su apellido le gusta, le recuerda el sondo de un motor, cosas lejanas de la ciudad a la que nunca ha vuelto”
“El fuego de la ira era su combustible, eso atravesaba su piel, sus huesos y se hacía evidente”
“Esta mujer es como una rama que nunca se dobla y por no doblarse nunca, un día va a romperla un viento muy fuerte”
“El desierto era su mejor refugio, el lugar que confundía a los enemigos en la guerra. Lo que el mar fue para los marinos, era el desierto para los soldados: lleno de monstruos inimaginables, de creituras infernales, de hisroas sobre dios yel diablo y de plantas hostiles que queman y enfurecen a los niños”
“Y ella mientras le mordía las orejas, las estrellas se caian”
“La blancura de la tierra bajo la luna le daba a Juan la sensación de que si enterraba un dedo saldría leche”
