21 agosto, 2016

GANAS

Tengo ganas de algo y no se de que. Definitivamente no es de comida. Ni siquiera se me antoja un chocolate y eso que cualquier momento del día y de la vida es de comer chocolate. Tampoco de meterme algo que  me altere. Eso ni siquiera ha pasado por mi mente en muchos meses, claro, solo por hoy. No son ganas de socializar a pesar de ser una noche Sábado de verano. Si hubiera querido estar rodeada de gente estaría en un bautizo donde mi círculo social esta gozándola. Me sentí mas sola acompañada de gente que ahorita solita en mi cama. No tengo tampoco ganas de echar cigarrito porque ya me fumé como cinco. De leer tampoco porque ya acabé el que tenía pendiente. De dormir ni tantitas ganas. De ver la tele o una serie o una película, no, tampoco. Mis redes sociales ya las revisé hace rato y la verdad no hay nada interesante, entonces, no, tampoco tengo ganas de estar checando el tóxico digital.

No me había dado cuenta de lo que quería hasta que me dí cuenta que llegué a este lugar a escribir sobre mi seudo vacío, por lo que llego a una sola conclusión: tenía ganas de escribir. Eso es todo. Heme aquí. Buscando palabras por todos lados, acomodando mis pensamientos y aventando cuanta tontera me pase por la chompeta. Y sí. Extrañaba muchísimo estar aquí. Dejando un rastro en el infinito digital y una huella de mi existencia hoy, aquí y ahora.

 Por razones tremendamente cercanas a mi me he dejado de este hábito que me ha acompañado por muchos años y supongo que es tiempo de que poco a poco ponga mis deditos a teclear o mis manos a garabatear en algún cuaderno.