08 enero, 2015

UÑITAS

Ya me vale, es efímero, banal y tonto pero lo tengo que decir: amo mis uñas.
Veo mis uñas y me embolo. Me pinches embolo verlas tan bonitas y tan crecidas y tan cuidadas. Y me parece tan extraño y loco como hace un año estaban echas un cagadero. Eran el confetti de mi fiesta. Estaban de esconder la mano y ni aventar una piedra. Es real que mesalía  sangre de tanto que me las mordía.  No tenia ni un esmalte ni lima ni cortauñas en mi vida y lo mas triste y fuerte de todo es que literalmentr nopodía   rascarme con mis propias uñas.
Hoy estan lindas y presentables, casi envidiables. Les pongo empeño y dedicación y no tengo idea de en que momento paso, como fue que esa imparable e impulsiva manía de comer/morder murió.
Y si, también es una metáfora de Todo lo Demas, De Todo Lo Malo y de el Maldito 9.

Nota del autor:
Actualmente padezco de una fijacion hacia las uñas. Es un fetiche (supongo) o una obsesión visual, al grado de tener que tocar si algo me atrae de más. No la mano, ni la palma ni la muñeca y menos el brazo: son ellas, las duras o sucias, las largas o pintasas, las que nunca paran de crecer y las que nos recuerdan nuestra calidad de animal por ser arañosas, rasguñosas, por ser una extension de nuestro nuestro, el ultimo extremo, las garras de las personas, las uñas.

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