23 enero, 2015

PAST JUNKIE

La 1am del 23 de enero.
¿En verdad ya paso un mes desde Navidad? ¿como logra el tiempo correr tan rápido? ¿quien le dió permiso de avanzar sin control? ¿porque no se puede parar o regresar? 

Se pasan los días y no pasa nada.
Y al mismo tiempo pasa todo.
Me estoy clavando en una historia que no me interesa tanto pero me estoy vendiendo la idea de que es lo mejor terminarla. No estoy hablando de mi vida, estoy hablando de un libro. Y si, también de mi vida.

En mi cabeza estan sonando las dos o tres canciones que relaciono eternamente con Uchi y supongo que tiene que ver con la añoranza y melancolía de pasar caminando por su casa y desear con todas mis fuerzas que todo siguiera igual. Sentir un nudo en la panza porque nunca volvera a pasar y recordar aguantandome las ganas de llorar. Soy una past junkie.

Extrañar esas tardes de pubertad hablando de sus primas y de las mías, de los cuadros de su tío, de las parejitas del salón, de Kika, de Velia, de Lupi. Prometiéndonos y jurándonos con todo nuestro corazón llegar virgenes al matrimonio. Escuchando a Bosé y comiendo tacos de frijoles con chorizo. Escapando de Black. Pintándonos y peinándonos. Creyendonos grandes estando tan chiquitas.

Me da risa redactar como si ya no existiera y como si ya no fuera parte de mi vida. Es y será, con diferentes temas, mentalidades, obsesiones y edades.
Pero esa inocencia de secundaria no va a regresar. A lo mejor es eso lo que me pone mal, saber que nada nunca es igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario