QUEQUIMUERTO

En la mitad, en el medio, en el gris, en el ombligo, en el punto ciego, en la trinchera. Hoy es 1ero de Noviembre y hoy es eso, un puente entre dos festividades (Halloween y día de muertos).

Gente que vive como yo pegado a los yanquis, sabe de que estoy hablando ¿si o no vivimos como en un 1ero de noviembre? En el inter, en la transición, en el medio tiempo. Tenemos las tradiciones, creencias, idioma, costumbres, comidas, música, celebraciones de aquí y de allá. Un crisol bicultural. No somos ni uno ni otro, somos una subcultura. 

Para ejemplificar esto tomemos de ejemplo el quequimuerto (Anexo descripción gráfica)

¿que quiere? ¿quien se cree que es? ¿quien le dió permiso ser y existir e inventarse y crearse y surgir de dos mundos?

Por un lado es una mentada de madre para todo proceso tradicional culinario  mexicano del día de muertos (bueno bueno, tambien una mentada a la poca laboriosa receta de los cupcakes) y al mismo tiempo, es una belleza, una prosa, un experimento. El producto de una mente lo suficientemente genio y maestra pero tambien terriblemente afectada para unir dulcemente dos mundos.

El  quequimuerto es un hijo de la diversidad cultural, del mestizaje, de la globalización, de la fusión de países. Es el postre del limbo, es la ONU, el tratado de libre comercio, el convenio de gas Shale, el "comes y te vas" de Fox, es el chicano, la aduana, el spanglish, la Selena y los dinos, el 16 de Septiembre en Las Vegas, los springbreskeros en Playa, el dish pirata, la Malinche.

A lo mejor me fuí muy lejos con mi rollo mareador pero fue lo que salió de mi chompeta cuando lo ví por primera vez.