11 noviembre, 2014

OTRO CRONOPIO

Greñas rebeldes como tu, ojos penetrantes, lunares y pecas ¿que tanto pecas?
una barba desordenada y una nariz que salta ¿me la puedo comer?
árabe de rancho, muchacho cálido, 
hombre que no quiso crecer
niño encerrado en el cuerpo de un señor
hijo del mundo, pariente del mar, enfermo por la lucha de la humanidad.

De ti me queda el retumbe mental de tus palabras
el infinito deseo de encontrarnos sin buscarnos
de darnos sin perdernos
salir para amarnos, sin ser enamorados, solo dos almas que se reencontraron
dos corazones que con una fuerza universal se juntaron
que bailaron la dulce melodía del presente con el ritmo del ayer y el sonido del mañana
sin ser aventura, fue una expedición
un viaje al interior, de entrar para poder salir.

Otro safari, otro cronopio.

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