19 septiembre, 2023

MONTEGREY

Me siento mal, no lo voy a negar. Pisar Monterrey me pone mal. Ya no seduce como animal, diría Peso pluma.

Mi Arcadia se convirtió en el quinto infiero de Dante.

La ciudad dejó de latirme. Ya había pasado hace tiempo por esto pero regresó y con más fuerza.

¿Qué porque me caga? Es que me escupe en la cara todos mis fracasos. Me hace sentir chiquita, desata mis inseguridades, me pone en estado de alerta y competencia. 

Empezando con mi cuerpo, me siento incómoda y fuera de lugar. Camino entre esqueletos y yo soy la vaca sagrada degradada. Todo en mi lo veo grade, deteriorado, chafo y obsoleto. Nada de mi cuerpo me causa seguridad pero tampoco con lo que lo trato de tapar.

Pongo en perspectiva mi vida y es un contraste de aberraciones: mi chambita de mi tiendita mediocre en un pueblo mediocre con un carro mediocre con vida social mediocre con planes mediocres siendo un artista mediocre escritora mediocre y viviendo en casa de mis papás porque no hubo más. Podría medio salvar de la mediocridad mis gustos musicales, mis conciertos y mis viajes. De ahí en fuera ¿qué?

La de casi 40 que no llenó las expectativas de la sociedad: sin marido, sin hijos, sin chacha, sin terrenitos, sin herencia, sin cirugías estéticas, sin fillers, sin ysl, sin silicón. Igual y la mitad de las cosas no las quiero in first place pero ¿porqué me causa vacío lo que no quiero que siento que tengo que tener? ¿porqué vivo traumadamente frustada porque nada funcionó empezando con lo más importante y culero que es el amor? 

Me duele que les conmuevo a los que me quieren. A mis amigas y familia que tiene todo de más. Yo doy cosita, lo noto en su mirar.  Soy ese punto de comparación para hacerte sentir mejor. 

Igual y derrepe causo algo de orgullo porque no estoy recaída, la sobriedad me da un punto de partida pero también no es como que puedo navegar con bandera de sobriedad como la gran victoria si para comenzar autodenominarse como la adicta alcohólica en recuperación ya es un perder por el denigre social que causa la etiqueta. 

Me siento manchada, defectuosa, mercancía dañada. Estoy bien mal, chavx. Algo ta bien broken y lo más culero es que por más terapia y podcast que intente, sigo regresando al fondo una y otra vez.

Y no es que sea triste mi vida, genuinamente la paso fenomenal sola, sola, terriblemente sola. Romantizo demasiado mi gym, jale, pintura, lectura, clases. Pero es una vida romántica bajo mi lupa que vista por afuera o por otros ojos, suena a la pobre vieja jodida gorda soltera my very own version de la cat lady.

¿Estoy llorando mientras escribo esto? Claro que si. 


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