Soñé, por fin y despues de tantos y tantos meses de no recordar ni madres de lo soñado (y digo recordar porque esta cientficamente comprobado que todos los dias soñamos de a huevito).
No es un sueñaaso ni tampoco es toda una historia, de hecho, es solamente un minusculo recuerdo de lo soñado, es tan efímero y sin importancia, sin significado ni trascendencia, pero minimo puede marcar tendencia de que surga en mi la soñada.
¿que que soñé?, nada mas una calle de noche con muchos lugares abiertos, desde restaurantes, bares, tiendas y mucha gente en las calles. Yo por mi parte iba con gente (no se quienes) arriba de un carro buscando estacionarme. Cuando por fin logro encontrar lugar para el carro, me bajo sola y entro a un bar de Sabinas (la calle no era de Sabinas, por donde andaba) y a sabiendas que solamente admiten hombres, decido atravesar la puerta para llegar inesperadamente a hablar con el papá de un amigo. Le digo que me disculpe el atrevimiento y que me deje sentarme porque quiero hablar con el acerca de la fundación de MasFe. Le pido apoyo, le doy las gracias y me retiro. Es todo. Y de este relato, la única palabra que me importa y que quiero subrayar es buscando. Buscando, siempre buscando...
Bueno pues, el punto es que ya destapé el caño, ya salió el pedo atorado, la estornudé, la salió pus de la espinilla, la coseché, ya brotó la flor, ya se cargó el celular, ya llovió.
Es mi sentir en breve de lo que implica para mi el recordar el sueño.
Creo que tiene mucho que ver que hice conciencia de que no estaba produciendo recuerdos de mis sueños hace poco, simplemente me pregunté el porque y que significado tenia y me la tripié un rato dandole vueltas. Como resultado a los dos días se presentó el baby dream.
Y bueno, si mi título de esta entrada es Sueño que sueño, y estas creyendo que ¡Que sueño! a un sueño chingón, wow, mamalón, neeeeeel. El que sueño es solamente lo que estoy sintiendo en este momento: unas ganas tremendas de encolcharme con el aire a todo lo que da, privarme otra hora entre mis almohadas y darme por bien servida al despertar.
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