Nina, deja de ladrar. Por favor, me desconcentras. Estoy tratando de pensar, a mi modo y a mis tiempos, en el veneno de Julio, el jazmín de Lila, la pluma de Hugo, el recado que escribió Otto en un papel que hizo avionsito, en las casualidades de Ana, en las lagrimitas de Little Boy, en la plática con Marycris la del kinder, en los mini vans de Rodolfo, en las pecas de Adrián, en el recuerdo que le dí a Anuar y posterior a eso múltiples abrazos, en la enfermedad de Valentina, en el coco de Caye, la pistola del amigo de Caye, en los cuadros de acuarelas de la clase de Chino de Paulo.
Todos tienen un factor común y todo gira alrededor de los ocho años en estos días. Mi edad más veinte. Quiero y trato de sacar conclusiones, o a lo mejor idénticamente igual a la vida de Ana, nada mas estoy uniendo casualidades.
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