EL ÚLTIMO RUGIDO

Whereeeeeee's Safari?
Wheeeeeeeee's the Party?

Fue justamente lo que pensé cuando vi esa foto. Esas palabras que podrían ser el título de una autobiografía o una canción de tristeza y  melancolía.

Me acuerdo perfectamente ese momento y en mi idealizado recuerdo tengo una descripción gráfica de un león alfa macho aventándose el más insoportablemente fuerte de los rugidos. Ese fue un parteaguas, una señal, un destello, un clásico, una leyenda, un clímax, un destino.

Ya fue mucho, ya la selva se volvió ciudad y la playa tiene banderita roja de no pisar ni la arena. La parte salvaje y animal esta domesticada aunque sigue siendo un animal y en cualquier momento saltan los impulsos. Ese safari ruidoso y escandaloso, ahora es una canción de cuna. De la velocidad de las cosas al hacer y la intensidad de la vida al mover, solo un suspiro y aliento de debilidad se asoma de vez en cuando. Lo indomablemente felino que existió se convirtió en un viejo gatito que ronronea discretamente.