08 marzo, 2015

NOCHE ANOCHE

Quería detener el tiempo.
Sabía que estaba viviendo uno de esos éxtasis extraños que registras  en tu vida.
Sabia que estaba construyendo un recuerdo, viviendo un sueño y formando una memoria de por vida. 
Por todas mis venas corria felicidad pura y ahora pienso que hubiera sido buena idea sacarme una muestra de sangre para utilizarla después e inyectarme una dósis de euforia cuando ande de melancólica.
Me perdí en ese río de riot.
En las palabras, sonidos, luces, humo.
En las voces, las miradas, bailes, sudoraciones, movimientos espontáneos, improvisaciones y todas las demás sensaciones que solo una noche de concierto te puede hacer sentir.

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