11 junio, 2011

PECES SIN MAR

Una versión intimamente ligada a los peces de Sabina.

NOTA:
Esto no es un insulto a Joaquin Sabina, ni una forma grosera de arruinar su poesía.
Es, al contrario, una manera personal de entender y acoplar sus palabras a mi vida.
Si tu estas leyendo, y no conoces la canción Peces de Ciudad, no pretendo arruinar la sorpresa que te dará escuchar la historia por primera vez.
Tambien, disculpas adelantadas si te sientes ofendido por mi atrevimiento de tomar y revolcar la canción.


La viajera que quizo enseñarme a besar, fue solo la primeravera de un amor.
Mi Mademoiselle Amsterdam, mi sirena, no me dejas reir ni volar, no me dejas serena.

Siempre pensaste que era salvaje, y me enseñaste que no hay más ley, que la ley de un corazón de viaje.
Asi que ahora, este corazón luce los tatuajes de la memoria
Que lejos han quedado nuestros interminables días de pura gloria.
Y ni como huir, si ya no quedan islas para naufragar.
Y para que regresar, si mi playa ya no tiene mar.

No he logrado entender que si fui feliz ahí, no puedo regresar, me tengo que aguantar.
Porque despues de todo, despues de todo, no es nada una playa sin mar.

1 comentario:

  1. de ningún modo es una groseria sino un homenaje
    toda chica almodovar deberia precisar tener bajo la falda o el escote... un soneto de sabina

    nunca se sabe cuando deberá usar
    ;)

    beso

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