04 enero, 2011

IRA FURIA IA UR RI AR F

Exploto, grito, me enojo, me equivoco.
No tengo cuidado con las palabras que escogo.
No tengo piedad ni remordimientos, por un momento.
La furia e ira invaden cada neurona de mi cabeza y me es imposible razonar.
De pronto, la única forma de actuar es bajo mis impulsos.
Impulsiva hasta los huesos. Maldita manía. Asquerosamente irreversible.
Es más, he llegado a pensar que solamente es una enfermedad progresiva y letal, que poco a poco con todo lo que adoro va a acabar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario