14 mayo, 2018

EN SUS CAMAS

Ayer me fui a la cama con dos personas. ¡Qué escándalo! Y no, no me acosté con ninguna. O bueno, sí, pero no como estas pensando.

Mi domingo consistió en visitar a mis brujamigas favoritas y las dos me recibieron en sus alcobas ¿así o mas íntima la cosa?

Con Liliana fue tarde de rituales, porque con ella no se puede de otra manera. Grité y exploté de emoción al conocer a su nueva mascota: un búho bebé. Me vi observando al que observa. Tomaba mi lugar cada vez que quería. Se acercaba y después huía. Un poco que atacaba a los gatitos recién nacidos. Tanteaba terreno con Chamán, el perro ciego de Juan Pablo. Se escondía de Messi el gato de Tilis.

Comimos pizza de mozzarella, tomates confitados, acelgas, calabacitas y champiñones, obvio en la cama. De postre unos mordiscos de la Holanda.

Intercambiamos regalos: yo le dí un collar con una master healing stone y un chocolate negro con miel de maple. Ella me regaló (aparte de la comida deliciosa) una meditación con mantras indis increíblemente relajante. Tambien me regaló una lectura de tarot de Osho que aunque no entendí mucho, si me la tripié con lo que sentí al recibir algunas respuestas.

De con Lili me fui con Chio y sus críos. Jugamos a cupido calcetín, comimos cheetos flaming hot y limonada de HEB. Nos contamos historias cotidianas actuales, osea chismes personales de lo que nos ha pasado últimamente. Pedimos sushi y llegó a la cama. Todo en la cama. Insisto: las mejores cosas del mundo ocurren en la cama, ya decía alguien muy famoso, tal vez Sabines o Benedeti, que morir, nacer, hacer el amor, escribir, leer, y evidentemente conectarte con tus soul sisters entra en la lista.

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