"sentir esa... ¿fascinación? por la compañía de alguien más y saber, también, que es recíproca. Y no, no te equivoques: no es amor. O al menos, no es lo que sientes cuando estás enamorado. Por Dios, si te lo diré yo, es distinto. Es como tener otro Yo; es como contar con una persona que siempre va a decir las palabras correctas en el momento correcto, contar con una persona que va a expresar lo que tu mente está pensando antes de siquiera ponerte a discutirlo, contar con alguien que te acompañará todo el tiempo, a todo lugar, alguien que nunca te aburriera y que sólo te hará sentir bien por su simple y mera existencia. Sí: mas o menos algo así.
Y si no sabes de qué te estoy hablando, entonces te recomiendo - vehementemente- que dejes de leer esto y vayas inmediatamente a buscar a alguien que tenga esta condición que te digo porque no debes morir sin haberla experimentado".
G. Leal (2011). El Club de los Abandonados. Alfaguara. México
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