Y me le quede viendo a tu cara, porque no sabía que contestar... y note en ella una cicatriz de un sufrimiento, una herida ya cicatrizada. Y trate de juntar todas las palabras bonitas que yo conocía para darte una sonrisa. Creo que lo único que te ví fue algo parecido a una mueca. Y despues de que acabé, nada más se te salió del alma un: Ufffff, Ojalá.
Y en ese segundo me dí cuenta que si me dan a escoger entre un tal vez y un quizá, prefiero un ojalá.
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